Introducción:
La palabra suicidio procede de dos términos en Latín: sui que
significa “de sí mismo”, y caedere: que significa “matar”, es decir, “matarse a
sí mismo”.
Este acto, en diversas épocas y culturas, tuvo valores diferentes:
Probablemente ha existido desde siempre y en muchas
sociedades, pero a lo largo del tiempo ha cambiado su valor. Anteriormente a la
era cristiana, en la Roma clásica, el suicidio tenía un valor favorable. Para
ellos, la vida merecía la pena ser vivida en términos de cualidad más que de
cantidad. Con el advenimiento del cristianismo, el suicidio se transformo en un
acto contrario a la razón y pecaminoso. San Agustín en el siglo IV y, más
tarde, en el XIII, Santo Tomás de Aquino dan cuerpo teórico a esta posición.
Esta idea ha sido fundamental en el mundo occidental hasta casi nuestros días y
ha penetrado la sociedad a través de generaciones. Basta recordar para ilustrar
este aspecto, el tratamiento legal que la mayoría de los países occidentales han
dado al suicidio (hasta el año 1961 el suicidio estaba penado en Inglaterra,
por ejemplo). El siglo XVIII trae nueva luz, con la aparición de Rousseau quién
parece desplazar a la sociedad el pecado, y con Hume, el cual trata de
descriminalizar el acto suicida. El estudio moderno del suicidio comienza con
el siglo XX.
El suicidio fue identificado ya en 1970 por la Organización
Mundial de la Salud (O.M.S.) como un problema mayor de salud pública y como
fuente de un enorme gasto de recursos en todos los niveles de la asistencia
sanitaria. Por ejemplo: es la novena causa de muerte en los Estados Unidos,
pero sube hasta la primera en algunos países del norte de Europa en el rango de
edad entre 25 y 34 años.
La O.M.S aporta una definición: el “acto suicida” lo define
como “todo hecho por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión,
cualquiera que sea el grado de intención letal y del conocimiento del verdadero
móvil”.
El efecto discursivo del valor y la definición de acto
suicida, impacta profundamente en nuestra época. En el discurso medico, por
ejemplo: el criterio de internación para una persona, que padece algún
trastorno mental, implica la evaluación profesional del riesgo para sí o para
terceros. Este riesgo tiene ver con la posibilidad de cometer un acto (que se
oriente, se dirija en una gradación determinada hacia el suicidio o el
asesinato).
Aportes:
El desarrollo teórico más importante lo ha realizo el
discurso científico de la medicina, más precisamente la psiquiatría. Ella lo
denomina “pasaje al acto”.
El psicoanálisis, toma este término, fundamentalmente a
través del francés Jacques Lacan (psiquiatra y psicoanalista) y le inyecta un valor diferente a los
desarrollos teóricos existentes.
Preguntas:
¿Cuál es la causa?
¿Es posible predecirlo?
Una posible explicación, es la que ofrece el psicoanálisis.
La causa es inconsciente, es decir, el sujeto, desconoce el
camino por el cual, posiblemente, decida resolver su existencia a través de un “pasaje
al acto”, es decir, para el psicoanálisis, en principio tiene un valor de un
intento de elaboración o un intento de solución de algo, por medio del acto y
no de la palabra.
No podemos predecirlo a pesar de que el sujeto exprese su
deseo de matarse; dado que no es lo mismo tener pensamientos suicidas al acto
mismo.
Aquí ubico una diferencia, entre la persona que intenta
suicidarse a la que realiza el acto. Las personas que realizan un intento, en
psicoanálisis se lo ubica como, sujetos que realizan un acting aut. La
característica fundamental del intento, es que está dirigido a otros, implica una situación donde hay otros, eso no
significa que un acting aut no termine en suicidio. En cambio la persona que
realiza un pasaje al acto, lo consuma, lo realiza y los otros se enteran luego
del hecho.
A modo de ejemplo.
En el año 2001, “el corralito” afecto los ahorros de mucha
gente. Hubo personas que respondieron frente a esta difícil situación, con
depresión, angustia y suicidios y en cambio hubieron otras que las llevo a
crear soluciones posibles.
¿Cómo explicar esto? Cada respuesta fue el resultado del
encuentro particular entre las medidas económicas y la significación
inconsciente particular. La reacción de las personas, respondió directamente al
valor inconsciente que tomo el dejar de tener; para algunos en su inconsciente
sino tienen, no son.
Es decir, probablemente, en circunstancias donde se juega el
tener y el ser (que son aspectos íntimamente relacionados en el inconsciente)
pueden producir diferentes sentidos, significaciones y valores particulares.
La salud mental, por otra parte, dice que no existe una causa
definida y ubica aspectos asociados como
el sexo, la edad, la raza, el estado
civil, religión, ocupación, distribución geográfica, estación del año, el día y
la hora, problemas sociales-económicos, etc. Todos estos factores asociados
pueden incidir, pero no son “La” causa.
Efectos del acto:
El suicidio representa un drama, no solamente para la persona
misma que se hace objeto de este acto, sino también para sus seres queridos.
Si vamos más allá de lo trágico, puedo precisar otro efecto; cuando se lleva a cabo, se produce el
nacimiento de un nuevo sujeto, la persona se transformación, se trasmuta ya no
es el mismo.
Otro ejemplo de una transformación subjetiva es el “acto
asesino”. Algo cambia para siempre en la persona, ya no es la misma. Es un
asesino.
René Favaloro luego de cometer el acto, mas allá de sus
razones y sin tomar una posición positiva o negativa sobre lo que hizo, lo
trasformo en otro sujeto, en general lo recordamos como el médico cardiólogo
brillante que era, pero también es el médico que se mato, que cometió un acto
contrario para lo que siempre lucho. Oscar Pistorius, el primer atleta discapacitado en haber participado en
unos Juegos Olímpicos, quien asesino a su novia, este acto a parte de llevarlo
a la cárcel, seguramente lo transformo para siempre a él y a las personas lo conocen y lo recuerdan.
¿El suicidio es una enfermedad?
El psicoanálisis, no lo considera como una enfermedad, pero
se si lo asocia a determinadas estructuras psíquicas, como ser las psicosis.
Puede haber pasaje al acto en la melancolía o la
esquizofrenia, es decir, en psicosis que se desencadenan produciendo fenómenos
alucinatorio; alucinaciones verbales, es decir, voces que el paciente escucha y
le dicen de una forma imperativa: “que se quite la vida” por ejemplo.
En las neurosis (fobias, neurosis obsesiva e histeria) es más difícil que el acto ocurra. En la
neurosis obsesiva, se manifiesta en el campo del pensamiento. Es muy
importante, ubicar cual es la relación que el sujeto tiene con sus pensamientos
suicidas. Pensamientos es muy distinto a un acto.
El pasaje al acto en una estructura psicótica, toma un valor diferente,
es decir, la psiquiatría y el psicoanálisis
localiza un padecimiento diferente en estos sujetos, que en el suicidio
como intento de elaboración de la existencia.
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