La palabra enuresis deriva de un
vocablo griego que significa "hacer agua".
"Hacerse pis en la cama",
"mojarse", "orinarse encima", son expresiones diferentes
que utilizamos para explicar y
describir una de las posibles situaciones en donde el cuerpo no obedece a la voluntad…
El control de la micción es producto de
la articulación de dos elementos:
1. 1. Lo orgánico: se
necesita la maduración orgánica adecuada de una serie de mecanismos
anatómicos-fisiológicos que intervienen en este proceso.
2. 2. El pasaje del
bebe, de la necesidad a la demanda de madre.
¿Qué es y cómo se produce este pasaje?
La madre o el adulto que esté a cargo
del bebe, intentará brindarle recursos, es decir, palabras, expresiones, sentidos e interpretaciones
que abran la posibilidad de producción de un efecto de lectura
de los signos de su cuerpo. Cuando la madre le pide a su hijo/a, que vaya al
baño antes de dormir o le recomienda que no tome agua antes de ir a la
cama, está aportando su parte en este proceso,
en este pasaje que va de la perdida de
la necesidad a la demanda o el pedido de otro.
Experimentar cierto malestar corporal
que nos indica que es "hora de hacer pis", es producto de ese
encuentro que se produjo con un otro que intento ayudarnos a cifrar el código
corporal, es como un monumento
recordatorio de ese evento.
El encuentro siempre es fallido, porque
es imposible que la madre sepa con exactitud qué es lo que necesita su hijo/a y
al bebe le es imposible articular las palabras que puedan ayudar a explicarle a su madre, con precisión, lo que
le sucede y necesita.
Es fundamental este encuentro, ya que,
ambos participan activamente en una decisión; por un lado la madre, le ofrece sentidos a los signos de su hijo y él bebe
decide su primer acto de amor, que consiste
en acceder a la demanda de su madre, quedando su necesidad perdida. Él no puede saber que le pasa, pero
decide darle a la madre lo que ella demanda, quedando su necesidad real, perdida. Es vital que esto suceda, es decir, no es algo
ni negativo ni positivo, tiene que ver con la condición humana. Pero, que no se
produzca o se produzcan de maneras diferentes, tiene efectos particulares
en la subjetividad de la persona.
Un modelo para pensar este pasaje, es
el control de esfínteres: cuando la madre le dice al niño: -"que lindo regalito le hiciste a
mama", ella da, una posible
interpretación y valoración del producto de su hijo/a. Y él decide darle "eso", que es lo
que le demanda su madre, le da su producto, para obtener su amor. Este, es el pasaje de la
necesidad a la demanda.
La posibilidad del control voluntario
de la micción es justamente el producto del encuentro particular entre una madre y su
hijo/a; no se enseña, ya que enseñarle a un bebe es suponer desde un principio
que la madre puede entender claramente lo que le sucede y que un bebe puede aprender los signos como símbolos fijos.
Lic. Homero Arnold
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